Mejor morir que vivir así...
"Era el principio del fin de un largo invierno,
tiempo de renovación, tiempo de esperanza"
Secret Survivors NYC, Ping Chong + Company, 2011
Hoy escribo esta - importantísima - carta como un paso más del proceso de sanación que comencé cuando conseguí juntar fuerzas para ayudar a otras personas que pasaron - y pasan -por situaciones parecidas a las que yo viví.
Mi nombre es Mora Fernández y fui abusada sexualmente por un tío, hermano de mi papá. Yo tenía 4 años la primera vez que me violó. Lo hizo tantas veces que no puedo contarlas. Los muchos años de terror que me hizo vivir terminaron cuando tenía 13. Le dije ¡NO MÁS! antes de que – nuevamente- me obligara a beber alcohol, me estrangulara y me violara por última vez. Además de su abuso, también fui víctima de pornografía infantil, me rentaba con amigos en cuartos de hotel.
Fui una niña con el alma rota. Pero con el tiempo, con terapias y con mucho amor de mis amistades -mi familia elegida- he podido ir re-construyendo la vida que me arrancaron a los 4 años. He logrado hacer que ese horror se vuelva parte de mi fuerza: “esa obscuridad es parte de ti igual que tu lado luminoso”, como diría Miguel Cane en su maravilloso artículo Escucho. Descubrí que mi voz puede evitar que lo que me pasó a mí les suceda a otras niñas y niños. Porque las historias como la mía pueden evitarse si decidimos dejar de simular que no pasa nada. Hay cosas tan horrendas que cuesta trabajo mirar, el abuso sexual infantil es una de esas, pero existe y no va a desaparecer por que cerremos los ojos. Sólo podremos detenerlo si hacemos el esfuerzo de enfrentarlo.
He caminado un largo camino hasta el día de hoy buscando las formas de contribuir a la prevención del abuso y explotación sexual de niños y niñas. Por eso fundé La Casa Mandarina A.C. en el año 2000, desde ahí lidero proyectos enfocados a terminar con esta epidemia silenciosa.
México es el primer lugar en abuso sexual y pornografía infantil y, sin embargo, es el país que dedica menos presupuesto (solo el 1% dedicado a la infancia) para atender esta epidemia. Estadísticamente, una de cada tres personas que conoces fue víctima de abuso sexual en su infancia.
Yo soy esa persona.
Yo soy una de esas sobrevivientes.
Ya no me da vergüenza decirlo, ni tampoco culpa.
No me malinterpreten, esto que escribo con las emociones revueltas no es para causar lástima. Al contrario, es para traer esperanza. Con ella comienza una campaña que terminará en una puesta en escena en noviembre de este año. Se trata de Secret Survivors México, un proyecto teatral que rompe el silencio en el que vivimos las y los sobrevivientes de abuso sexual. Con Secret Survivors México crearemos conciencia sobre el abuso sexual infantil presentando a sobrevivientes que cuentan sus propias historias al mismo tiempo que exploran las raíces de la violencia sexual y rompen el silencio. Esta puesta en escena visitará distintas ciudades para dar voz a todxs esxs sobrevivientes que aún se esconden entre sus recuerdos y miedos. Poner en evidencia este crimen es el primer paso para prevenirlo. ¿Sabías que en el 90% de los casos el abusador/a es un familiar o alguien en quién el niño o la niña confía?
UNO DE CADA TRES NIÑOS Y NIÑAS QUE CONOCES SERÁN ABUSADXS SEXUALMENTE.
Podemos hacer algo para cambiar este número escalofriante. No tienen porqué haber otros niños y niñas con mi historia.
Hoy te pido que te unas a mí – y a tantas otras voces que ya forman parte de este proyecto – para cambiar esta realidad y me ayudes a financiar la campaña de Secret Survivors México. Juntxs podemos luchar contra este crimen que destroza almas e infancias.
Aquí puedes encontrar más información del proyecto:
Indignarse no basta, ayúdame a terminar con esta epidemia silenciosa.
Y a ti, que sobreviviste:
Yo te creo, no es tu culpa y no estás solx.
Con agradecimiento
Mora
Coordinadora & Co-productora SSMX
