En México, 1 de cada 3 niños y niñas son abusadxs sexualmente.
En el 90% de los casos lxs abusadorxs son un familiar, amigo o alguien de confianza. (OMS)
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México es el primer lugar mundial en abuso sexual infantil (ODCE) y pornografía infantil. (ONU)
Abuso sexual infantil:
una epidemia silenciosa con caras y voces.
El abuso sexual es el primer encuentro que muchos niños y niñas tienen con la opresión y el trauma y por ende es un problema que hay que erradicar si de verdad queremos crear un mundo mejor.
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Cualquier persona puede ser víctima de violencia sexual y cualquier persona puede ser un abusador.
No importa la edad, el color de la piel, etnia, clase social, religión, orientación sexual, identidad de género, nacionalidad, etcétera.
La mayoría de las víctimas de abuso sexual infantil guardan silencio por vergüenza y miedo a las consecuencias. Gran parte de lxs sobrevivientes que revelan su experiencia de abuso se enfrentan al hecho de que la sociedad no les cree o les hace responsables. La vergüenza, miedo y culpa son una consecuencia "normal" por haber sido abusadx y por eso la mayoría de las víctimas tardan en denunciar y romper el silencio.
El abuso sexual infantil no es un accidente y es facilitado por el silencio de la sociedad y de las instituciones.
Las víctimas deben ser apoyadas, no avergonzadas. Las comunidades que guardan silencio o culpan a las víctimas, apoyan a lxs abusadorxs.
¿Porqué debería importarme?
Estadísticamente, cada vez que estés en un lugar con tres personas, al menos una de ellas habrá sido abusada sexualmente. Lo sepamos o no, todxs conocemos a una/un sobreviviente.
Cualquier niño o niña puede ser víctima de abuso sexual y cualquier persona puede ser un/a abusador/a. No importa la edad, raza, etnia, clase social, religión, orientación sexual, identidad de género, nacionalidad. Las niñas y niños con discapacidades, la comunidad LGBTQ, lxs presxs, lxs indigentes y lxs inmigrantes indocumentadxs corren un riesgo mayor.
Debido al estigma y la culpabilización de lxs sobrevivientes, el abuso sexual infantil es uno de los crímenes MENOS reportados. Y aún cuando es denunciado, solo el 3% de lxs agresorxs van a la cárcel. (El Consejo de la Casa Blanca Sobre Niñas y Mujeres, 2014)
El abuso sexual infantil es:
Una epidemia silenciosa con base en el PODER y CONTROL.
Un crimen devastador con profundas consecuencias a largo plazo.
Un serio problema de salud pública.
Una forma de terrorismo y tortura.
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El abuso sexual infantil no solo devasta a las niñas y niños. También destruye familias y comunidades enteras.
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La violencia sexual tiene un alto costo económico para todxs. Es el segundo crimen más caro -después del asesinato- y cuesta al Estado entre $87,000 y $240,776 dólares (El Consejo de la Casa Blanca Sobre Niñas y Mujeres, 2014).
La violencia sexual infantil puede prevenirse: a diferencia de la mayoría de los eventos traumáticos -enfermedades, desastres naturales, accidentes –el abuso sexual infantil es un comportamiento humano aprendido que está completamente bajo nuestro control.
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