Refiere a cualquier conducta de tipo sexual que se realice con un niño o niña.
Puede ser ejercida por un adulto/a mediante el uso de la fuerza, engaños, chantajes o amenazas.
Se puede dar con contacto físico:
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Tocamientos.
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Frotar los genitales.
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Penetración.
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Sexo oral.
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O sin contacto físico:
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Exposición de genitales.
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Exhibición de pornografía.
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Pedir que se desnuden.
¿Quiénes comenten el abuso?
Son personas que tienen una posición de autoridad o poder o que tienen la confianza de la niña o niño como familiares, maestros/as, vecinos/as, amigos/as.
¿Cómo detectar el abuso sexual infantil?
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Éstos son algunos de los indicadores que pueden manifestar los/as niños/as:
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Miedo.
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Falta de confianza.
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Enojo.
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Conducta sexual inapropiada para su edad.
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Depresión.
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Culpa o vergüenza.
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Problemas somáticos.
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Pesadillas.
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Sobresaltos nocturnos.
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Insomnio.
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Agresividad.
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Perfeccionismo extremo.
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Baja autoestima.
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Auto-lesiones o ideas suicidas.
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Hiperactividad.
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Aislamiento.
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Problemas con la comida.
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Conducta autodestructiva.
¿Qué debo hacer si algún niño o niña revela haber vivido abuso sexual?
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Darle la confianza que necesita para hablar.
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Escuchar atenta/o.
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Ser empático.
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No poner en duda lo que dice.
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Evaluar si se encuentra en peligro y ponerlo/a a salvo.
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Ofrecerle seguridad.
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Buscar ayuda.