Dedícale tiempo de calidad escuchando lo que hacen y sienten.
Genera un ambiente de confianza donde exista el respeto.
Construye un ambiente donde la sexualidad sea algo normal, saludable y positivo (aunque tú tengas que aprender a hacerlo).
Comunícate afectivamente.
Demuéstrales tu amor.
Explícale que su cuerpo solo le pertenece a él/ella.
Enséñale que tiene derecho a decir NO a cualquier persona que pudiera intentar tocar su cuerpo.
Enséñale a reconocer sus partes privadas (las que cubren la ropa interior).
Enséñale que hay secretos que nos pueden hacer sentir mal y esos son los qué hay que contar inmediatamente.
Enséñale a diferenciar las caricias que le hacen sentir bien y las que no le gustan o le generan incomodidad.
Asegúrate de que el niño o la niña sabe decir NO si alguien intenta tocarlo de manera que se sienta incómodo.
Explícale que siempre le vas a creer lo que te diga.
Recuérdale lo valiosa/o que es.
Ayúdale a construir una imagen positiva sobre sí mismas/os.